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viernes, 25 de octubre de 2013


PLAN ESTRATÉGICO



       El plan estratégico es un documento en el que los responsables de una organización (empresarial, institucional, no gubernamental, deportiva,...) reflejan cual será la estrategia a seguir por su compañía en el medio plazo. Por ello, un plan estratégico se establece generalmente con una vigencia que oscila entre 1 y 5 años (por lo general, 3 años).

        Aunque en muchos contextos se suelen utilizar indistintamente los conceptos de plan director y plan estratégico, la definición estricta de plan estratégico indica que éste debe marcar las directrices y el comportamiento para que una organización alcance las aspiraciones que ha plasmado en su plan director.

Según el autor Sainz De Vicuña (2012), al hablar del plan estratégico de la organización, nos estamos refiriendo al plan maestro en el que la alta dirección recoge las decisiones estratégicas corporativas que ha adaptado “hoy” en referencia a lo que hará en los tres próximos años (horizonte más habitual del plan estratégico), para lograr una organización más competitiva que le permita satisfacer las expectativas de sus diferentes grupos de intereses (stakeholders).

Lumpkin y Dess (2003) entienden por plan estratégico el conjunto de análisis, decisiones y acciones que una organización lleva a cabo para crear y mantener ventajas comparativas sostenibles a lo largo del tiempo. Brenes Bonilla (2003) define el plan estratégico de manera similar considerándolo como el proyecto que incluye un diagnóstico de la posición actual de una entidad, la(s) estrategia(s) y la organización en el tiempo de las acciones y los recursos que permitan alcanzar la posición deseada.


PASOS PARA LA ELABORACIÓN DE UN PLAN ESTRATÉGICO



Un Plan Estratégico es un cuerpo organizado de proposiciones que incluye y amalgama típicamente unos 6 elementos:

1)-   La declaración: es un elemento” apriorístico”, al estilo de una declaración o petición de principios, que refleja la cosmovisión del planificador e incorpora esa intencionalidad normativa que otrora fue el casi único elemento de la programática política.

2)-   El contexto: establecido mediante un análisis estructurado de la realidad.

3)-   Los objetivos: formulados en una serie de propuestas globales orientadas por la intención normativa, pero respetando el contexto impuesto por la realidad.
4)-   La metas: formuladas en una serie de propuestas específicas y puntuales, establecen los hitos a recorrer para alcanzar los objetivos.

5)-   La instrumentación: consistente en asignaciones de prioridades, recursos, funciones y responsabilidades.


6)-   La implementación: establece un Plan de Ejecución o, al menos, un Plan de Acción inicial.



En un Plan Estratégico la intencionalidad primordial se expresa usualmente en dos definiciones que sirven como el nivel más alto de referencia. Las mismas son:


A)-  La "Visión" sobre la que se basa el Plan, entendida en términos de declaración de principios o aspiraciones y
B)-   La "Misión" que asumirán quienes ejecuten el Plan, entendida a su vez en términos de compromiso o cometido.






En palabras más simples: mientras la "Visión" expresa en términos amplios el resultado final que deseamos lograr, la "Misión" define esencialmente lo que estamos dispuestos y comprometidos a hacer para lograrlo. En conjunto, establecen en forma concreta e inequívoca el propósito del Plan.



Estas definiciones son, por lo general, cortas, concisas y sintéticas aunque nada impide, por supuesto, un desarrollo más amplio y detallado.


El análisis y diagnóstico de la realidad se estructura, por regla, alrededor de cuatro parámetros simétricamente complementarios:

A)-  "Fortalezas”: entendidas como facultades, habilidades, disponibilidades, recursos, etc. efectivamente existentes y adecuados para concretar el propósito;

B)- "Oportunidades": entendidas como circunstancias, eventos, procesos, cualidades, etc. del mundo exterior que favorecen, impulsan o posibilitan el logro del propósito;

C)- "Debilidades": que son la expresión de las falencias, fragilidades, carencias, etc. que deben ser tenidas en cuenta como posibles limitaciones para el cumplimiento del propósito; y, por último,

D)-  "Amenazas": que son los peligros, catástrofes, enemigos, sucesos adversos, etc. que es preciso considerar como factores de oposición al logro del propósito.

En términos relacionales, las Fortalezas y las Debilidades se entienden como atributos, ya sea de las personas, de la institución o del organismo involucrado en las decisiones. Son, por lo tanto, factores internos.

En cambio, las Oportunidades y las Amenazas deben entenderse como hechos del mundo real, como datos concretos de la realidad o situaciones inherentes al entorno. Constituyen, consecuentemente, factores externos.




3. Los Objetivos
A partir de este marco de referencia, que integra y relaciona la intencionalidad con la realidad, se formulan luego proposiciones globales que constituyen los "Objetivos" del Plan. La regla básica y fundamental a respetar en la formulación de los Objetivos es que deben ser coherentes con la Visión y la Misión del Plan — es decir: con los propósitos declarados — a la vez que consistentes con el análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. En otras palabras y aunque la definición implique cierta redundancia: Todo Plan Estratégico debe ser coherente con los propósitos y consistente con la realidad.



Ni la cantidad ni la orientación de los Objetivos está, en principio, limitada por ninguna consideración teórica, toda vez que se respete la regla básica citada. No obstante, es obvio que, en la práctica, las Fortalezas y las Oportunidades — al no ser nunca infinitas — siempre pondrán un límite a la cantidad de los objetivos, mientras las Amenazas y las Debilidades limitarán su aplicabilidad.

Al ser globales y genéricos, los Objetivos rara vez serán de cumplimiento posible a través de una serie reducida de decisiones y acciones. Por ello, una vez formulados, estos Objetivos deben ser:

A)-  Agrupados por Áreas definidas de un modo coherente desde el punto de vista conceptual u operativo; y 

B)-   Desglosadas en "Metas".


Las "Metas" son el cuarto elemento de un Plan Estratégico. Cada Objetivo se vertebra en Metas. Una serie de Metas constituye los pasos o etapas que resultan necesarias para alcanzar un Objetivo. Dicho en otras palabras: el Objetivo es el lugar al que quiero llegar; las Metas son los lugares por los cuales debo pasar para llegar a ese lugar.

Una correcta metodología exigirá que las Metas cumplan con una serie de requisitos. Por de pronto, deben ser coherentes con su Objetivo y entre si; vale decir: no deben incluir elementos espurios que no tengan nada que ver con su logro ni, peor todavía, deben ser tan contradictorias que la concreción de una Meta imposibilite la realización de la otra.  Pero, además, deben ser consistentes; es decir: no deben incluir acciones o decisiones que se encuentran fuera de las posibilidades concretas de realización, ni basarse en supuestos que la realidad no avala.

Además de ello, es imperativo para todo Plan bien diseñado que las Metas sean verificables. Esto se logra cuantificándolas toda vez que sea posible y, cuando no lo sea, estableciendo claramente los parámetros que se considerarán para verificar su cumplimiento.

Si una Meta no es verificable, no se sabrá nunca cuando se ha cumplido. "Aumentar la producción de acero" no es una Meta sino una simple declamación. Para que se convierta en la Meta de un buen Plan Estratégico su formulación debería ser, por ejemplo: "Aumentar la producción de acero en un 20% dentro de los próximos 2 años", o quizás mejor aún: "Lograr una producción de XX toneladas promedio anuales de acero para el 30 de Junio del año YYYY".

Lo que sí hay que señalar es la necesidad de respetar cierto rigor en la arquitectura formal de todo Plan Estratégico. Una buena regla es aquella que establece que:

A)-  Los Objetivos deben concebirse como proposiciones y formularse con sustantivos,
B)-   Las Metas se entienden como acciones y se expresan con verbos.


5. La instrumentación: Asignaciones



Hasta este punto un Plan Estratégico no sería más que un conjunto bien estructurado de proposiciones abstractas. Las Asignaciones nos obligan a empezar a plantear el duro tema de su puesta en práctica, desde el momento en que establecen los instrumentos básicos y mínimos, necesarios para la ejecución del Plan. Hay al menos tres asignaciones que, en todo Plan, resultarán indispensables:



·         Prioridades
·         Recursos
·         Funciones y Responsabilidades

La primera asignación que deberá hacerse es la de las prioridades. De hecho, es altamente improbable que la ejecución deba — y hasta pueda — encarar todos los Objetivos y todas las Metas en forma simultánea. La enorme mayoría de los Planes poseerá una determinada secuencia, ya sea lógica, inmanente, o dictada por las condiciones de la realidad. Consecuentemente, la cuestión de "qué debo hacer primero, qué debo hacer después y qué puedo hacer en forma simultánea o paralela" se vuelve insoslayable.

Esta cuestión se resuelve adjudicando prioridades, primero a los Objetivos y luego, dentro de cada Objetivo, a las Metas conducentes, utilizando para ello ya sea un criterio cronológico, o bien un criterio de urgencia, o bien ambos criterios en forma selectiva. Con ello se logra una secuencia operativa que luego puede volcarse en cursogramas y cronogramas, eventualmente mediante la asistencia del soporte informático adecuado. (Por ejemplo, mediante software de administración de proyectos con capacidad para generar gráficos Gantt y otros elementos de supervisión y control).

La segunda asignación será la de los recursos — humanos, materiales y económicos — respondiendo a la pregunta de "¿Qué hace falta y a qué tipo o clase de personal se necesita para ejecutar las acciones definidas en las Metas?". Este punto, dicho sea de paso, es ideal para validar los resultados del análisis de Fortalezas y Debilidades ya que, si se descubre que no hay suficiente disponibilidad de recursos para al menos las Metas y los Objetivos prioritarios, es muy probable que se hayan subestimado las debilidades y/o sobreestimado las fortalezas.

La tercera asignación indispensable es la de las funciones y responsabilidades de las estructuras que conducirán, dirigirán, gestionarán, supervisarán y ejecutarán el Plan en forma orgánica y jerárquica. Esta es una instancia clave que, con un Plan bien diseñado, permite disponer la estructura operativa en forma racional.

La conducción se hará cargo del mantenimiento y de la actualización del Plan en su conjunto. La dirección se hará cargo de las Áreas en que se han estructurado los Objetivos.  Cada gestión operativa tendrá a su cargo un Objetivo concreto. Las instancias de supervisión tendrán a su cargo el control de las operaciones requeridas por las Metas y el personal de línea se dedicará a la ejecución de las acciones específicas enunciadas en dichas Metas.

En una estructura así, cada elemento debe tener una función asignada y además una responsabilidad correlativa con dicha función. La enorme ventaja de una estructura como ésta es que no deja mucho lugar para parasitismos, ni ofrece tampoco demasiadas posibilidades para esconder la ineficiencia o la ineficacia.

Cabe destacar que la asignación de funciones y responsabilidades no implica — por lo menos no necesariamente en esta etapa — nombramientos o designaciones de personas en cargos específicos. De lo que se trata, por el contrario, es del diseño racional de la estructura - necesaria y suficiente - para la ejecución del Plan. En principio, solamente después de haber establecido en forma clara todas las funciones y las responsabilidades es aconsejable comenzar a realizar nombramientos o designaciones concretas.


La implementación concreta de un Plan Estratégico depende siempre de toda una constelación de factores. Es raro que pueda ser realizada en forma instantánea ya que, por regla, las estructuras, los recursos y la organización no preexisten al momento de tomarse la decisión de ejecutarla.

En consecuencia, existe casi siempre una fase inicial en la cual, antes de proceder a ejecutar el Plan, deben disponerse los elementos necesarios para posibilitar en absoluto la iniciación de las operaciones. Montaje de la infraestructura informática, selección de personal, organización de la masa de recursos humanos, capacitación, disposición de ambientes físicos de trabajo, determinación de normas y procedimientos de comunicaciones y operaciones básicas, procuramiento de recursos materiales y financieros, reorganización de otras áreas, reasignaciones de recursos y presupuesto, etc. etc. son todas tareas típicas que caen en esta fase.

El "arranque" de todo Plan Estratégico es siempre algo bastante traumático. Todo es nuevo; las personas no se conocen bien entre si —  o, peor aún: se conocen muy bien pero en un entorno completamente diferente — no hay rutinas establecidas; siempre aparecen aspectos que no se han previsto (de hecho, uno de los errores más frecuentes es partir de la suposición de que todo puede preverse); aparecen los primeros conflictos de interés y las primeras luchas por el Poder interno; hay que sentar las siempre antipáticas pautas de disciplina interna y, entre muchas otras cosas que podrían ser agregadas a la lista, habrá que luchar contra atrasos, dificultades insospechadas y hasta posiblemente algún sabotaje o impedimento intencional.

Para paliar todo ello en la medida de lo posible y para acelerar el proceso de implementación, la recomendación básica es tener diseñado un buen Plan de Ejecución que abarque los primeros seis u ocho meses del proyecto. Como mínimo, debe haber un Plan de Acción básico abarcando los primeros cuatro meses. Hay que tener presente que la fase de arranque, además de ser inevitablemente traumática, también es una de las etapas en que el Plan resultará más vulnerable: siempre será más fácil enderezar un Plan que nació bien y tropezó con alguna dificultad por el camino, que poner sobre buen camino un Plan que nació mal desde el principio.







Primeros Pasos de un Plan estratégico (Ejemplo)

“Plan Estratégico para la Ejecución de Obras Menores de las Instalaciones Eléctricas y la Prevención de Incendios en la U.E.N San Juan de Guanaguanare Edo – Portuguesa”


Diagnostico (Objeto de Estudio)

El objeto de estudio esta enmarcado en la U.E.N San Juan de Guanaguanare, ubicada en la Parroquia Mesa de Cavacas Estado Portuguesa. Es importante señalar, que debido al crecimiento poblacional estudiantil, la institución no cuenta con la infraestructura suficiente para atender la matricula total, por lo cual se ha tenido que realizar modificaciones en los horarios del personal docente y alumno para solventar dicha situación. Debido a esto se observa que una de las mayores problemáticas que presenta la U.E.N San Juan de Guanaguanare, se ve enmarcada en las inadecuadas condiciones del sistema eléctrico y la deficiencia del mismo; Por falta de monitoreos, supervisión y recursos disponibles para llevar a cabo en dicha institución…

 Por tal motivo, se hace necesario desarrollar un proyecto enmarcado en un Plan Estratégico, este tiene como metodología la realización de un objeto de estudio o unidad de análisis, en el que requiere la realización de monitoreos y la supervisión y ejecución de las obras eléctricas y la prevención de incendios, con el fin de capacitar, prevenir y preparar a la población estudiantil, en cuanto a las medidas a tomar en caso de que ocurra un incendio. A lo antes expuesto se hace necesario la siguiente interrogante:

¿Qué características tendrían unas estrategias enmarcadas en la Prevención de Incendios y la realización de monitoreos y la supervisión de las obras eléctricas en la U.E.N San Juan de Guanaguanare?


OBJETIVO GENERAL

“Desarrollar un estudio o monitoreo que requiere la U.E.N San Juan de Guanaguanare, de la parroquia Mesa de Cavacas del municipio Guanare estado Portuguesa, en cuanto al funcionamiento del sistema eléctrico y la Prevención de Incendios”


OBJETIVOS ESTRATÉGICOS

Ø    Establecer la participación de manera activa y colectiva de los Consejos Comunales en conjunto con la Institución para así contribuir en el mejoramiento de las Instalaciones Eléctricas en la U.E.N San Juan de Guanaguanare, de la parroquia Mesa de Cavacas del municipio Guanare estado Portuguesa.

Ø    Garantizar que se lleve a cabo la supervisión y monitoreos por parte de Organismos Gubernamentales, para la ejecución de Obras Menores, en el sistema eléctrico la U.E.N San Juan de Guanaguanare.


Ø    Desarrollar Estrategias enmarcadas en la ejecución de obras menores (eléctricas) la U.E.N San Juan de Guanaguanare.




Integrantes:
Chavez Jose
Collantes Laura
 Garcia Florelys
  Mejias Naya
Sulbaran Elismar
Valderrama Edwin
     Administración de Desastres 
7 mo Semestre Sección "A"
UNEFA


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